スペイン史研究 第 35 号
第 35 号 タイトル
【研究ノート】
安達かおり ビリアトの表象:ルシタニア戦争(前155-139年)の英雄はどう描かれてきたのか
【書評論文】
武藤祥 フランコ独裁における国家の運営・民族の形成––近年の比較研究の紹介––
Número 35(diciembre 2021)
Cómo se ha representado a Viriato,
el héroe de la Guerra lusitana (155 a. de C. - 139 a. de C.)
por Kaori ADACHI
En la historia ibérica prerromana, el lusitano Viriato es una de las figuras más célebres que acaudilló la resistencia de varios pueblos indígenas contra los invasores romanos. La leyenda de su ascenso desde sus orígenes humildes hasta convertirse en el general de los íberos y el amicus populi Romani, así como su trágica muerte tras su traicionero asesinato, han sido descritas y representadas con repetición en diversos medios, desde las fuentes históricas antiguas hasta las series dramáticas televisivas del siglo XXI. Por esta razón, aunque Viriato es un héroe nacional tanto de España como Portugal, su virtud también ha sido alabada en la historia europea.
Para analizar la historia de su representación y recepción, en este artículo se recopila y enumera las fuentes sustanciales en las cuales aparece Viriato, trazando algunos esquemas preliminares.
Las fuentes clásicas consultadas fueron las de Lucilio y Polibio, quienes fueron contemporáneos de las Guerras ibéricas. Posteriormente, siguen las de Posidonio y luego las citas de Diodoro, Livio, Appiano y Dion Casio (todos ellos del lado romano). Ahí, se pueden observar algunos componentes elementales de su leyenda: 1) su ascenso de un simple pastor y ladrón a general; 2) su esencia humilde, así como su postura justa y generosa con los demás (una especie de estereotipo del 'buen salvaje'); 3) el hecho de que fue un sobreviviente de una masacre; 4) la traición y su muerte trágica que incumplió su ambición; y 5) el hecho de que fue el primer líder de la nación que unificó a diversos pueblos.
En épocas sucesivas (ss. I y II d. de C), escritores como Valerio Máximo y Floro, quienes compararon a Viriato con Rómulo, aportaron información sobre él. La descripción de Eutropio (s. IV) sobre la Guerra lusitana sirvió como fuente de información para Juan Antioqueño (s. VII), dejando además un vestigio para la enciclopedia bizantina, Suda, del siglo X.
La Historia contra los paganos de Paulo Orosio (principios del s. V) también relató las guerras romanas en Iberia y tendría una influencia en los escritos históricos posteriores tanto en el Occidente cristiano como en la España musulmana, como lo demuestra su traducción árabe anónima del siglo X. En consecuencia, tanto la Crónica del Moro Rasis (finales del s. X) como Muqtabis de Ibn Hayyan (s. XI) se refieren a Viriato, pero con notables alteraciones.
En la Castilla del siglo XIII, el rey Alfonso X, el Sabio, recopiló la Estoria de España (conocida también como la Primera Crónica General) la cual muestra una visión sobre Viriato bajo la línea de Orosio. Posteriormente, se publicó una serie de Historia/Crónica General de España siguiendo esta misma idea, la cual reconstruyó y evaluó de nuevo los relatos sobre Viriato, como fue el caso de las obras de Morales (s. XVI), Mariana (s. XVII), y Lafuente (s. XIX).
En los siglos XVI y XVII, Viriato fue mencionado cada vez más fuera de la historiografía y apareció en los argumentos humanísticos y en la literatura del "Siglo de Oro" (tanto en prosa como en verso). Algunos ejemplos fueron Sepúlveda en el contexto del elogio de la osadía de los 'hispanos'; Camôes en su epopeya sobre el ilustre lusitano (igual al origen de los portugueses); Lope de Vega en La Arcadia; Quevedo dedicando una elegía; Cervantes en El Quijote alineándolo con César y Aníbal; y Mascarenhas titulado su poema épico portuguesa Viriato Trágico. Finalmente, a partir del siglo XVII, numerosas novelas y obras de teatro populares lo tienen como su protagonista.
La popularidad de Viriato se amplió con representaciones en las artes plásticas del siglo XIX, en medio de los movimientos nacionalistas que había en toda Europa. Existen al menos tres cuadros con el título La muerte de Viriato (1808, 1854, 1890). También, hay una estatua en el Arco del Triunfo en Lisboa (1862); un medallón en el techo de la Diputación de Zamora (1882) y en el centro de la misma ciudad, una estatua de bronce (1883) asentada en 1903 sobre una gran piedra de granito (esta plaza posteriormente recibiría su nombre).
La historiografía de esta época, por supuesto, también estuvo marcada por el nacionalismo, al igual que las interpretaciones de Viriato realizadas en la mencionada Historia General de Lafuente y la Römische Geschichte de Mommsen (1854).
El siglo XX comenzó con otro erudito alemán alabando sus heroicas hazañas. Es el artículo de Schulten «Viriatus» (1917), el cual se tradujo al español y al portugués. Por otro lado, el gobierno de Franco hizo uso de Viriato, por ejemplo, en la educación primaria, como se ve en los libros de texto de la época.
En suma, los cinco componentes elementales de la leyenda de Viriato señalados con anterioridad están más o menos respaldados por hechos históricos, o al menos explicados como la respuesta romana a la casi exitosa resistencia indígena. Desde el punto de vista ibérico, no es extraño que se emplee a un líder de estas características para suscitar emociones patrióticas y nacionalistas. Sin duda, estudios más detallados de las repeticiones y transformaciones de su imagen podrían ayudar a comprender los puntos de vista y los valores de cada época.