スペイン史研究

ESTUDIOS DE HISTORIA DE ESPAÑA

Número 14 (octubre 2000)

Asociacionismo de carácter popular y obrero en una agrociudad: Constantina, provincia de Sevilla 1900-1923

por Masahide Okazumi

En la España de la Restauración, sobre todo, de las dos primeras décadas del siglo que se nos va, se experimentó de forma tan espectacular una ola de asociacionismo de diversa índole que llegó a penetrar ahora el medio rural más hondamente que nunca.

El presente trabajo, enfocando a unas asociaciones de carácter popular-obrero, intenta demostrar su formación y despliegue, delimitando el espacio geográfico a una agrociudad, ubicada en la Sierra Nortes de Sevilla: Constantina. Este acercamiento al objeto de estudio permitirá presentar aspectos concretos de tipo y forma de sociabilidad que existiría de forma múltiple en una agrociudad.

Contrariamente a lo que suponía, hasta hace algún tiempo, la historiografía obrera que identificaba la clase obrera con el anarquismo y el socialismo, se constata que el republicanismo, constituyendo la ideología de oposición principal en la época de la Restauración, iba penetrando en las clases populares a través del centro republicano y su casa del pueblo. El centro republicano de Constantina, cuyo órgano directivo procedía de la clase media, acogían a los artesanos de varios oficios y a los jornaleros, propiciando así un ámbito común de encuentro de societarismo obrero y republicanismo. En los años 1910-1913 fueron intensas sus actividades: veladas y mítines de propaganda y diversas manifestaciones, entre las cuales se debe destacar la manifestación que solicitó la forzosa roturación de bienes comunales. Cabe suponer que causó politización y conscienciación entre las clases populares.

Paralelamente al resurgir del republicanismo, hubo una tendencia asociativa de corte obrerista; se formaron el centro obrero de socorros mutuos, la unión obrera de varios oficios y el centro obrero. Cada uno de éstos tenía un carácter recreativo y mutualista; y en lo que concierne a su composición socio-profesional abarcaba a varios tipos de obreros: obreros artesanos de varios oficios, jornaleros campesinos y taladores, etc. En Constantina, además del centro republicano, tres asociaciones obreras coexistían por lo menos de 1912 a 1915, de lo que deduce, y por un somero análisis de distribución socioecológica de los habitantes, que en el asociacionismo inicial se refleja el carácter segmentario fuertemente compartimentalizado de la sociedad andaluza, en la que desempeñaron un papel importante las relaciones personales, es decir, la sociabilidad de la calle: vecindad, parentesco, etc. Para que apareciera una asociación, lógicamente se necesitaría uno o unos líderes que se encontrasen situados en múltiples redes de relaciones humanas. Y unos sitios de sociabilidad, tales como taberna o plaza, servían en tal sentido.

Sin embargo, aquellas tres asociaciones desaparecieron en 1915, y es a partir de 1916 cuando se activó un nuevo signo de societarismo obrero; primero, los obreros artesanos se agruparon por el oficio y así se formaron sucesivamente la sociedad de obreros albañiles, la sociedad de obreros panaderos, la sociedad de obreros carpinteros y la sociedad de obreros zapateros. Mientras tanto se creó en 1918 La Fraternal, que era una asociación de obreros agrícolas de toda clase, incluyendo a los obreros ganaderos, taladores, castañaleros, etc. Toda esta transformación por el asociacionismo clasista, la cual hay que situar en la coyuntura de la Primera Guerra Mundial que incidió en costo de la vida y en la de la reorganización de CNT, la consiguieron por los propios obreros locales que sentirían la necesidad de plantear unas reivindicaciones concretas.

La Fraternal se puede considerar una reorganización del desaparecido centro obrero, porque casi la mitad de miembros destacados pertenecían al centro obrero. En 1919 federada con las sociedades de obreros artesanos, contaba con 2.800 asociados, e iba a dominar la vida político-social de Constantina de los años 1918-1920, en los que desarrolló un movimiento reivindicativo de la mejora de las condiciones de trabajo y la subida del jornal en solidaridad con los obreros artesanos. Constantina se convirtió en uno de los grandes focos del movimiento social en la provincia de Sevilla. Y eso se debe a que casi todos los obreros agrícolas se sumaron a la única sociedad obrera con un líder anarcosindicalista de cualidades. Al fin del 1918 La Fraternal se afilió a la Fedaración Regional de Andalucía y Extremadura de CNT, pero dos años después se derrumbó desde dentro por motivos de esquiroles que llevaron a un caso de homicidio.

 

La recepción y transformación de B.C. Aribau, La pàtria en Cataluña

por Shigeo Nakajima

«La pàtria», el poema mas célebre de Cataluña, fue escrito por Bonaventura Carles Aribau (1798-1862) y publicado en el periódico El Vapor el 24 de agosto 1833. Desde entonces muchos sentidos han sido atribuidos a este poema: el punto de partida del Renacimiento catalán, la identificación entre la patria y la lengua propia, el resucitador de la lengua catalana, la definición poética de la patria, etc. A pesar de las opiniones escépticas, estos sentidos pesan todavía mucho e inevitablemente sobre los catalanes.

La situación lingüística del siglo XIX en Cataluña se llama generalmente «diglòssia ». El castellano ocupaba la función superior y el catalán la inferior. Se dice muchas veces que al principio del siglo XIX el catalán ya no servía para la lengua cultural. Si es así, «La pàtria» es un monumento aislado y milagroso de que se deriva el mito de Aribau. Pero, por otra parte, puede decirse que el catalán literario estaba todavía vivo y que existía la base social de la recepción.

Aribau vivió en Barcelona en la juventud. Gracias a las recomendaciones de F. Torres Amat, fue a Madrid para trabajar en la compañía de Gaspar de Remisa. En aquella época, compartiendo los títulos y lenguas diferentes con sus compañeros, compuso en catalán «La pàtria» para felicitar a su patrón, que era originario de Cataluña. Pero, después de la publicación, el poema de Aribau, independiente del autor, ha influido poderosamente sobre las generaciones siguientes hasta hacerlo el símbolo de la Cataluña moderna.

Podemos ver algunos aspectos de este cambio específico en la transmisión del texto. Después de la desaparición del título en la edición de Torres Amat de 1836, uno tras otro se han producido seudotítulos durante los años del Renacimiento; por ejemplo, Oda a la PàtriaA ma pàtria y A la Pàtria. En cuanto a la forma poética, los cuarenta y ocho versos de «La pàtria» se dividieron originalmente en doce estrofas de cuatra versos: «quartet». Pero esta forma ha sido metamorfoseada por la voluntad de los catalanes y casi todos los textos que vemos hoy día están compuestos de seis estrofas de ocho versos: «octava». Por otra parte, Aribau mismo en carta a Renart dijo que había compuesto los «alejandrinos». Según la opinión corriente, él hizo renacer el alejandrino que era interrumpido desde Ramon Muntaner; creemos, sin embargo, que la elección de Aribau se liga estrechamente con «alejandrino a la francesa» de Sinibaldo de Mas.

Podemos decir que los catalanes "comprometidos" transformaron el poema de circunstancia en poema-manifiesto de la patria en el transcurso del siglo XIX. Aún en nuestra época se siente la influencia de este elaborado símbolo que resiste inconscientemente al esfuerzo de la desmitificación.

 

A Reforma Pombalina e o discurso

por Norihiro Kurotani

O reinado de D. José I é definido como a era do despotismo esclarecido português em que o Marquês de Pombal, Sebastião José de Carvalho e Melo, desenvolvia as reformas diversas para a centralização e modernização de Portugal. A reforma pombalina, no antigo regime de Portugal, não podia deixar de usar os meios violentos, por exemplo, como a perseguição dos nobres grandes ou a expulsão de jesuítas depois do atentado de regicídio de 1758. Mas Pombal não utilizava só os meios violentos para combater o grupo contra. Ao par da política antijesuítica e regalista como a ruptura com a Cúria Romana na década 60s, Pombal promovia uma série de políticas culturais para justificar e continuar as suas reformas. Neste contexto, publicou muitos documentos antijesuíticos.

"A Dedução Cronológica e Analítica" publicada em 1767, atibuiu todos os males na história moderna de Portugal aos jesuítas e, ao mesmo tempo, desenvolveu o discurso de que a censura de livros cabia à jurisdicção de poder real. "O Compêndio Histórico do Estado da Universidade de Coimbra" publicado em 1771 pela Junta de Providência Literária, idealizou a situação de Portugal antes de dominação de ensino pelos jesuítas e definiu a intolerância religiosa "importada pelos jesuítas" como a causa da decadência e subdesenvolvimento de Portugal. Estes documentos antijesuíticos participavam e atribuiam à luta contra os jesuítas nos outros países católicos da Europa até para a extinção da Companhia de Jesus em 1773.

Promovendo o discurso antijesuítico, Pombal tentava a estabelecer a rede de controle da cultura nacional e criou a nova organização estatal para censura, a Real Mesa Censória. Esta mesa encarregava-se da inspecção de livros importados, a compilação do "novo" índice expurgatório e a censura de livros nacionais. Além disso, cabia na sua jurisdiccão a aprovação de documentos eclesiásticos, por exemplo, bulas ou cartas da Cúria Romana. Pode dizer-se que Pombal tentava a laicizacão e estatizacão da censura com a criação da Real Mesa Censória. Mas além disso, quase todas as obras dos "filósofos" de séc XVII e XVIII eram ainda proibidas. Excepto da posicão antijesuítica, Pombal continuava a censura da Contra-Reforma ideologicamente. Neste ponto, mostrou-se a iniciativa de Pombal para estabelecer a superioridade de poder real sobre a igreja católica, protegendo-a do ataque de pensadores iluministas.

A reconstrução de Lisboa também pode inserir-se nesta política cultural. No antigo regime de Europa, a construcão e o espetáculo formavam a política tradicional para mostrar a dignidade de rei, fazer o poder real visível e reconhecer a legitimidade da monarquia absoluta. Para comemorar a reconstrucão de Lisboa destruida pelo terramoto de 1755, a estátua equestre de D. José I foi inaugurada na Praça do Comércio e a cerimónia de inauguração foi festejada pomposamente. Ao mesmo tempo, o medalhão do relevo de Pombal foi colocado no fundo da estátua. Neste caso, segundo o Dr. José-Augusto França, a apotese do rei não era mais que um disfarce da apotese de Pombal. Para legitimar e continuar a sua reforma, Pombal necessitava a política cultural tradicional como este.

A queda de Pombal, com a morte de D. José I, suscitou a onda de acções anti-pombalinas em Lisboa. Neste momento, produziram-se inumeráveis documentos de sátira anti-pombalina. Mostrando a mudança da situação do tempo de Pombal, desenvolveu-se o discurso antipombalino. Paradoxalmente, ao inverso do discurso antijesuítico de Pombal, estes documentos, representando próprio Pombal como o inimigo de tradicão e religião e a causa prima de todas males, acusaram a pessoa e política de Pombal com a maneira tradicional. Segundo o Dr. Carvalhão Santos, o discurso anti-pombalino tentava recuperar e restaurar a situacão de antes de Pombal. Para o português de sec XVIII, influenciado pela cultura da Contra-Reforma do mundo católico, a "novidade" era o mal, e a reforma pombalina era considerada como uma novidade. Neste ponto, reflectiu-se o impacto das reformas pombalinas na mentalidade. Por isso, pode dizer-se que a reforma pombalina é uma viragem da história de Portugal.En la España de la Restauración, sobre todo, de las dos primeras décadas del siglo que se nos va, se experimentó de forma tan espectacular una ola de asociasionismo de diversa índole que llegó a penetrar ahora el medio rural más hondamente que nunca.

 

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